Tocho por el Clásico
por Adrián López Real EsMas.com

CIUDAD DE MÉXICO, México, nov 22, 2000

El Zócalo de la Ciudad de México, como todos los días, fue escenario una vez más de protestas, sólo que en esta ocasión existió una muy singular, pues los equipos de futbol americano, Pumas de la Universidad y Burros Blancos del Instituto Politécnico Nacional, jugaron un “tochito” para protestar por la cancelación del clásico del futbol americano colegial en México. Los clásicos gritos de protesta que comúnmente se oyen en la explanada del Zócalo, se mezclaron con los goyas y huélums lanzados por familiares y amigos que asistieron para apoyar a los jugadores, quienes aún mantienen la esperanza de que el encuentro, que se celebra desde 1936, se celebre este año.

Los equipos saltaron al “emparrillado” de asfalto portando una camiseta gris con una leyenda que decía “Clásico 2000, Poli-Universidad vs. la Adversidad” y posteriormente la escuadra universitaria vistió casacas amarillas para poder dar inicio al encuentro informal, que terminó con el marcador empatado a ocho.

Luego del tiempo acordado por ambas escuadras, el capitán de los Pumas, Jorge Carenzo, indicó que éste no fue un clásico, sino un acto simbólico acordado por los jugadores de ambas instituciones. “Para demandar a las autoridades del Poli y la Universidad que le exijan al Gobierno del Distrito Federal la erradicación de los porros, para que no sea el pretexto para la no realización del encuentro”.

Cabe señalar que éste es el tercer año consecutivo que se suspende el clásico entre la UNAM y el Politécnico, el cual según los dirigentes de la ONEFA, encabezados por José Guzmán Verá, pretendía realizarse el próximo domingo 26, sin embargo, las autoridades del gobierno capitalino decidieron cancelarlo por temor a disturbios de seudo estudiantes conocidos como “porros”, que acuden a este tipo de encuentros.

La decisión de cancelar el tradicional encuentro se debió en gran medida a los hechos que se registraron al inicio de temporada en el encuentro realizado entre las Águilas Blancas y los Pumas Acatlán en la cancha del estadio Wilfrido Massieu, en el que los porros de ambas escuelas protagonizaron actos vandálicos en las tribunas y en los alrededores del estadio. Asimismo, Carenzo dijo que los jugadores de ambos equipos están en la mejor disposición de aplazar el encuentro dos o tres semanas para poder entrar en ritmo y jugar el partido, pero que las autoridades de ambas instituciones debían hablar y apoyar a los jugadores, “si no es este año, que sea para el siguiente”.

En una improvisada conferencia de prensa realizada a un costado del asta bandera, el capitán puma respondió a pregunta expresa de los medios que ante la posibilidad de llevar el encuentro al Estadio Azteca y donar los fondos al Teletón, ya que “es un juego que acapara mucho la atención al cual asiste demasiada gente, los fondos serían donados a la Fundación Teletón, pero si las autoridades no están dispuestas, es una pena”.

Por su parte, el coach del politécnico, Julio César Ocaña, señaló que fue una manera pacífica de protestar por algo que ya es tradicional, por lo que las autoridades del IPN , encabezadas por el Doctor Jacinto Licea, están en la mejor disposición de apoyar la realización del encuentro. De igual manera, señaló que “el clásico es del Distrito Federal, es institucional”, por lo que no está de acuerdo en su realización en otro estadio o en otra ciudad, sólo que así fuera solicitado por las autoridades o por alguna institución educativa de algún estado de la República.

Por su parte, el capitán de las Águilas Blancas, Miguel Ángel Atilano, comentó que todo fue organizado por los jugadores que entre sí y sus amigos se encargaron de llevar las camisetas, los conos con los que se delimitó el campo de juego y el agua, para poder organizar una fiesta para todos, ya que las autoridades no los dejan realizar el encuentro, que sirvió como repudio a los grupos de porros de ambas escuelas.

Al margen del marcador, de la rivalidad existente entre instituciones y de las marchas de burócratas y jubilados que había alrededor exigiendo un bono sexenal, tanto los jugadores, como los curiosos y extranjeros, que incluso se dedicaron a sacar fotografías, salieron contentos, pues los jugadores y el público disfrutaron de una pequeña muestra del clásico, libres de problemas y de porros. Finalmente, ambos equipos se reunieron y gritaron goyas y huélums a favor del clásico, como muestra de unión y de un fin común... jugar futbol americano.

ESTADISTICAS DEL CLÁSICO

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